A'barra es el nuevo proyecto de grupo Alborada; que con buques insignia como el restaurante Álbora, con empresas comunes como Jamones Joselito o La Catedral de Navarra, y contando con grandes chefs como Juan Antonio Medina el restaurante se ha convertido en una de las aperturas del año en la capital.
A´barra cuenta con ambientes distintos y dos cartas diferenciadas: Restaurante y Barra Gastronómica. En el restaurante se puede elegir de una carta compuesta por producto de temporada; mientras que en la barra el menú es cerrado.
Imprescindible tomar un aperitivo en la sala de la entrada, donde centran nuestra atención los jamones reserva de diferentes años seleccionados. Interesante probar la triada de diferentes añadas de jamón, y comprobar de primera mano como el sabor de los ibéricos se vuelve más intenso con la antiguedad de la pieza.
El menú degustación se puede tomar con un maridaje adaptado por el sumiller Valeria Carrera o consultar la extensa cartas de vino, en la que destacan interesantes propuestas de jerez y amontillados. Un referente también para los amantes del champagne con más de 140 referencias de pequeños productores. Un total de 700 referencias que harán las delicias de cualquier aficionado al vino.
El flan de changurro destaca por su textura, y el taco relleno de foie rallado por su sutileza.
El buñuelo de camarones, la ternera y el dumpling recuerdan a sabores muy castizos de diferentes lugares de la geografía española.
El helado salado corta el sabor entre entrantes y principales, y sorprende por la bonita composición y los colores.
No hemos incluído algunas fotos ya que durante el menú degustación la luz de la sala varía para dar diferentes ambientes y sensaciones; lo cual es una experiencia interesante, pero estropea en muchos casos la posibilidad de captar una buena fotografía.
Los siguientes cuatro platos son una oda al gallo, el cual se presentan diferentes partes en diferentes preparaciones. Sus crestas en texturas, albondigas a la cerveza, guiso de muslo y un sorprendente final de merengue relleno de terrina, que anticipa por los ojos pero no al gusto el postre. Hemos reservado la foto para guardar la sorpresa a los futuros comensales.
Sin duda uno de los platos que más sorprendió fue el primer postre, la maratonca.
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Y para finalizar una explosión de chocolates en diferentes presentaciones y texturas.
Una experiencia en la que puedes observar desde la barra los emplatados de todo el menú degustación, seguro que deleitará a todos los foodies.
