Transcurridos seis meses de celebración, el ayuntamiento de Toledo ha hecho público su balance como Capital Española de la Gastronomía, título otorgado por la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo.
Según sus datos, más de 100.000 personas han participado en las más de 200 actividades que se han llevado a cabo durante los primeros seis meses del año. La alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, ha señalado quese ha conseguido poner a “Toledo en el epicentro del mapa gastronómico nacional e internacional y se ha creado un producto turístico y gastronómico que se va a mantener en los próximos años”, con citas o programas como Gastropatios, la Feria del Dulce, la Feria de los Sabores o el Campeonato Internacional de Cortadores de Jamón, que se resumen en este vídeo promocional.
Además de hacer público el balance, la alcaldesa ha anunciado que se ampliará el programa de actividades de cara a los proximos meses. A finales del mes de julio se iniciarán las Cenas a Ciegas, “donde el patrimonio estará presente y en las que los restaurantes de la ciudad se han volcado”; se llevará a cabo la Cena de los Sentidos con la Fundación ONCE, continuarán las jornadas Gastroledo, con Martín Berasategui en septiembre, Pepe Rodríguez en octubre, y Ángel León en noviembre, entre otros, y se celebrará Luz Toledo con toques gastronómicos.
Las actividades programadas refuerzan el atractivo de la ciudad para los visitantes que encuentran en la capital manchega una gastronomía que encierra la herencia de judíos, cristianos y musulmanes. La caza es uno de los productos que más se consumen, en contundentes guisos como los gazpachos manchegos, y platos en frío como los escabeches de perdiz.
Toledo es también cuna de los mazapanes, con Indicación Geográfica Protegida y elaborados desde el siglo VIII, y tiene una gran tradición vinícola como se palpa en las tres Denominaciones de Origen que se encuentran en su territorio. Pero sin duda uno de los productos más codiciados de Toledo, y por extensión de La Mancha, son los quesos manchegos, elaborados con leche de oveja autóctona y madurado entre 30 y 60 días.