Seguramente ante esta pregunta la mayoría de nosotros situaríamos su origen en Italia, puesto que los italianos han sabido cómo sacarle el máximo partido y convertir este alimento en la estrella de muchos de sus platos.
A pesar de esto y aunque no haya una sola teoría, la más aceptada es que Marco Polo introdujo el alimento en Italia al volver de uno de sus muchos viajes de China en 1271. Este hecho se ve reflejado en el libro Libros de maravillas del mundo donde hace referencia al producto en China.
Por otra parte, desde la Organización Internacional de la pasta consideran que el origen es anterior y la sitúan en las civilizaciones etruscas, que prepararon el producto machacando diferentes cereales para posteriormente mezclar la masa con agua y cocinarla. En Roma el propio emperador Cicerón mostraba su pasión por lo que se denominaba por entonces laganas, es decir, tiras largas hechas con harina, agua, sal y huevo. Los griegos también forman parte de la posible historia de su origen, al adoptar un plato hecho por los nativos llamado macaria, resultado de la mezcla de harina de cebada y agua que posteriormente se secaba con los rayos del sol.
En España se cree que los responsables de la llegada de este producto fueron los árabes, ya que no hay indicios de que se consumiera con anterioridad a la dominación del mundo musulmán.
REDACCIÓN Gastronomia.com
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