Llegan las Navidades y el consumo de marisco se dispara. Son muchos los que optan por este delicioso producto para sus comidas y cenas especiales. Pero, ¿cómo lo preparamos para que tenga la mejor calidad y sabor? Entramos en la cocina de Ogrelo y Orecanto, dos restaurantes especializados en gastronomía gallega de alta calidad en Madrid, donde nos desvelan las claves para disfrutar de los mariscos más habituales en las mesas en estas fechas.
La mayor parte de las veces el marisco se degusta simplemente cocido. Aunque parezca sencillo, tiene sus trucos para que el producto no pierda calidad. La mayoría de las clases de marisco se cuecen con agua, laurel y sal. “Es la forma más típica de prepararlo en Galicia, que asegura siempre un gran resultado”, asegura Adolfo Escobar. segunda generación de los restaurantes. Una vez cocido, se corta la cocción con agua y hielo.
El tiempo de cocción depende de cada clase de marisco y de la cantidad y el tamaño de cada pieza. Por lo general, las langostas y los bogavantes grandes necesitan media hora, el buey de mar alrededor de 20 minutos, el centollo 25 minutos, las cigalas grandes tres minutos y las medianas la mitad, las nécoras entre siete y cinco minutos según tamaño, las gambas un minuto y los langostinos entre un minuto y medio y cuatro minutos.
En el caso de cocinar el marisco a la plancha, la recomendación es colocar las piezas sobre una cama de sal gorda y luego pasarlo por la plancha vuelta y vuelta, sin necesidad de aceite.