Juan Manuel Sánchez ha pasado en pocos meses de ser un camarero almeriense, nacido en Albox y desconocido para el gran público, a erigirse en el primer MasterChef español y ganar en popularidad. Su menú en la final sorprendió al mismísimo Ferrán Adrià, que no dudó en calificar su tartar de fresones con tempura de pétalos de rosa como «el plato más pretencioso, complejo y difícil de la final». Su victoria le ha dado popularidad, un curso en Le CordonBleu, 100.000 euros y una oportunidad única de cumplir uno de sus sueños: publicar un libro de recetas, que se está presentando. Sobre estos y otros temas vamos a charlar con él:
Han pasado quince días desde tu victoria en la final. ¿Cómo han sido y qué sensaciones has tenido?
La verdad es que estoy muy bien, muy contento, porque hoy hacemos la presentación de mi libro, que tanto me ha costado. Estoy muy satisfecho con el resultado.
¿Se siente una responsabilidad muy grande?
Responsabilidad hay siempre en todo. Es un paso muy importante para mí porque éste siempre ha sido mi sueño y ahora se me abren muchas puertas. Yo también estoy abierto a todas las posibilidades para que salga todo bien.
Vencer en un concurso como éste, con tres meses de duración, pasando pruebas continuamente y lejos de familia y amigos, suponemos que será tan difícil como gratificante. ¿Qué fue para ti lo más duro de MasterChef?
En general es la convivencia, y el estar durante tres meses apartado de tu familia. Y también las [i]Mistery Box[/i], porque desconoces totalmente lo que va a haber dentro y, con eso, tienes que hacer un plato, pudiendo dar un paso bueno o malo; eso también da mucho miedo.
No teníais noticias de los vuestros, pero nosotros tampoco de vuestro día a día en el concurso a pesar de ser éste un reality. ¿Cómo era una jornada allí?
Nuestro día a día consistía en realizar grabaciones de lunes a viernes; martes, miércoles y jueves hacíamos las pruebas de exteriores y, por lo tanto, tocaba viajar; y los viernes eran las pruebas de eliminación. Los fines de semana teníamos clases en Le CordonBleu y otras paralelas en distintos sitios.
Recientemente entrevistamos a Jordi Cruz y nos contaba que había sido un lujo tener a Ferrán Adrià en la final, pues fue invitado a los MasterChef de otros países y sólo asistió al español. ¿Qué sentiste cuando estabais cocinando Eva y tú y el jurado os dice que se para el reloj, que dejéis lo que estáis haciendo y entra él? ¿Cómo se retoma luego la actividad?
Ya se siente uno nervioso cuando está realizando la prueba; pero cuando viene Ferrán Adrià y te lo encuentras, ¡pues más todavía! Cuando te dicen que él va a degustar tus platos, intentas que todo te salga lo mejor posible porque le estás dando de comer a él y buscas que, por lo menos, salga contento.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Efrén Álvarez cuando fue eliminado, y nos comentó que a pesar de competir entre vosotros, el ambiente que se respiraba durante el concurso era de mucho compañerismo. Suponemos pues, que con Eva, a pesar de la victoria en la final, y tras lo visto cuando os pidieron hacer un careo, la relación va a ser siempre buena, ¿verdad?
Desde el primer momento me quedé totalmente sorprendido. Ha sido más bien como una unión familiar. Fue gratificante el compañerismo que hemos tenido: no hubo ningún tipo de problemas, ni enfrentamientos, ni nada por el estilo. Está claro que, cuando hay competición, cada uno va mirando hacia sí mismo porque todos queremos demostrar lo que valemos, pero fueron tres meses de convivencia en los que no dejamos de estar unidos, como una familia.
¿También será así con José David? Se habló mucho de una manifiesta rivalidad entre vosotros...
Con José David, igual que con el resto. Todos nos hemos arropado como una familia porque la competición era la competición, y la convivencia era la convivencia. No ha habido ningún tipo de malos rollos ni nada por el estilo.
En el libro se incluyen recetas tuyas, de Eva y de Fabián. ¿Qué van a encontrarse todos los que se decidan a leerlo?
Van a leer un breve resumen de mi trayectoria, desde los inicios de MasterChef hasta el final, con todos los platos destacados. Además, contiene unagran variedad de entrantes, primeros, segundos platos y postres de toda mi trayectoria y otras recetas propias.
Hay recetas exclusivas tuyas que no salieron en el programa. ¿Cómo es el «gazpacho de Juan Manuel»? ¿Qué lo diferencia de otros?
En la cocina cada uno trabaja con los mismos ingredientes, pero por la forma de crearlo, aunque las cantidades sean las mismas, el sabor ya es diferente.
Llama la atención la rapidez con la que ha salido el volumen y es de suponer que cada uno, durante el programa, iríais haciendo el vuestro. ¿Tenías muy claras desde el principio todas las recetas que ibas a introducir en él, o te cambió algo el ver a tus compañeros y oír los consejos de los grandes expertos que estuvieron en MasterChef?
Van las más destacadas de mi paso por MasterChef y otras, que son las que más me gustaban a mí personalmente. Siempre querrías meter muchas, podría hacer varios libros, pero como había que resumirlo todo en uno, escogí las recetas que más me gustaban.
Habéis recibido muchas visitas de grandes cocineros, además de los que ya formaban el Jurado. ¿Quién te ha enriquecido más?
Me gustó mucho el trato que tuve con Martín Berasategui. También me gustaron Ferrán Adrià, Paco Torreblanca y el día que vinieron las diecisiete estrellas Michelín. He conectado muy bien en general con todos los chefs que han venido, porque el detalle de hacerlo, y que puedan estar departiendo con nosotros es gratificante.
¿Algún consejo o críticas recibidos de alguno de ellos y que recordarás siempre?
Las críticas siempre son buenas y hay que absorber de ellas lo mejor. Yo soy como me he mostrado durante el programa, pero ellos siempre hacían hincapié en que la cocina tiene que ser pasión, humildad, actitud y ganas de trabajar y aprender.
¿Y tus compañeros? ¿Con qué te quedas de ellos?
La buena convivencia que hemos tenido, los buenos momentos que hemos pasado juntos de risas, de compañerismo… ¡de todo! Ha sido una aventura muy bonita.
Hablemos de futuro. Se barrunta un MasterChef para los más pequeños de la casa. ¿Ves factible y útil la idea?
Lo veo factible y útil. La gastronomía se estaba perdiendo un poco y con el paso de la primera edición de MasterChef se ha involucrado más la gente y se está animando más a aprender. Hay muchos que nunca habían cogido una sartén y ahora están haciendo sus primeros pinitos. Siempre es gratificante que se animen a empezar.
Y sobre el tuyo, ¿qué proyectos tienes en mente ahora mismo de cara a los próximos meses?
Ir a distintos sitios a presentar el libro y, para octubre, quiero empezar mi curso en Le CordonBleu, que será intensivo y durará nueve meses, y a través de él ponerme a trabajar con los mejores chefs.
REDACCIÓN Gastronomía.com