Trabajar en Google conlleva una serie de privilegios que, vistos desde los países que están viviendo un período de crisis, puede llevar a muchos a soñar con lograr colarse allí. Por ejemplo, la media salarial de esta entidad en Nueva York es de 242.000 dólares al año y un becario de esta empresa puede cobrar unos 5.800 dólares cada mes. Pero ya no es solamente esto; hay muchísimas cosas que son gratuitas para los trabajadores: gimnasios, masajes, tintorerías, lavaderos para el coche, peluquerías y… ¡sus comedores! Comer en Google es gratuito para sus empleados, las 24 horas del día y los 365 días del año.
Así, en Mountain View (California) existen hasta 18 comedores diferentes, atendidos por 300 cocineros profesionales que, a su vez, son dirigidos por 7 chefs de primera categoría; esto da servicio a 8000 empleados. Y en otras sedes, como la de Nueva York, sólo hay un comedor, pero con infinitas posibilidades para elegir. Es decir, que en Google es sencillo ganar kilos a todos los niveles.
Muchos son los empleados que se quejan por el peso aumentado desde que trabajan allí y por eso, la empresa está potenciando su equipo global de comida, que se ha sacado de la manga la conocida como dieta Google. Son seis medidas tomadas tras estudiar los hábitos alimenticios y dinámicas de comportamiento de los trabajadores y que, según cuenta la empresa, están teniendo notables resultados:
1. Colocar las ensaladas en primera línea de los buffettes: cuando uno entra en los comedores de Google, casi se choca con la barra en la que se agolpan los vegetales. Se cuenta que esto hizo que la demanda de producto verde aumentase casi por arte de magia.
2. Código de colores para los menús: el verde para alimentos saludables que se pueden comer sin límites, amarillo para aquellos que se pueden consumir sólo de vez en cuando y rojo para los más calóricos, con consumo poco aconsejado. Esto provocó una disminución en la demanda de los últimos.
3. Colocar el agua a la altura de la vista en las neveras, lo que incrementó un 47% su consumo durante el primer año en detrimento de las bebidas azucaradas.
4. Introducir platos medianos, incluyendo avisos en los grandes que informan de que ese tamaño puede inducir a comer más sin necesidad.
5. Colocar las golosinas en recipientes opacos.
6. Presentar los postres de forma individual, lo que hace a los comensales más reacios a repetir que si son ellos mismos los que tienen que cortar una porción de tarta. Es una estrategia que también se ha impuesto en los aperitivos.
Con estas medidas, Google procura cuidar la línea de sus empleados haciendo hincapié en los buenos hábitos de alimentación sin cambiar los menús. Y es que lo mejor de la dieta Google es que de dieta, sólo tiene el nombre.
REDACCIÓN Gastronomía.com
