Nadie pone en duda los beneficios para la salud de la dieta mediterránea, pero organizaciones científicas como la Fundación Española para la Nutrición advierten de la distancia entre este patrón alimentario y los hábitos más generalizados en la sociedad. Asi pues, las iniciativas de promoción de la dieta mediterránea parecen más que necesarias.
Con este objetivo ha surgido en Cataluña AMED, una iniciativa que pone el acento en la restauración colectiva. Sus técnicos identifican los establecimientos que se ajustan a unas características concretas, vinculadas al modelo de alimentación mediterránea, y elaboran una guía especialmente dirigida a las personas que comen fuera de casa con frecuencia y que buscan la opción más saludable.
Los requisitos que se plantean a los establecimientos son, entre otros, usar aceite de oliva en cualquiera de sus variedades, garantizar que un 25% por ciento de los primeros platos sea a base de verduras, hortalizas y legumbres, priorizar los segundos platos a base de pescado y carnes magras y la fruta como postre, o disponer de preparaciones culinarias que no requieran la adición de gran cantidad de grasa y utilizar técnicas como las cocciones al vapor, horno, parrilla, salteado o plancha.
Además, se pide a los establecimientos que esta propuesta saludable se ofrezca a los precios habituales en el local y que se facilite a los clientes información sobre hábitos saludables y opciones de ocio activo.
"Actualmente, el consumidor es consciente de la importancia de los aspectos relacionados con la salud y la seguridad alimentaria y precisamente por eso sabrán apreciar el esfuerzo que el restaurador realiza para facilitar una oferta gastronómica variada, saludable y mediterránea", señalan desde AMED para animar a los establecimientos a participar en la propuesta.
