Hace ya varios meses que se celebró la Super Bowl entre los Ravens y los San Francico 49ers. Todos los estadounidenses estuvieron pegados al televisor para ver quién ganaba este año la tan esperada final de football 2013. Pero como en todo evento deportivo que se precie, no sólo los equipos, jugadores y aficiones son las estrellas. Hay un elemento más que comparte protagonismo y sin el que este tipo de retransmisiones no tendrían tanto éxito: ¡la comida!
Antes de cada partido de la NFL, la liga nacional del fútbol americano, los aficionados de los equipos tienen por costumbre realizar multitudinarias barbacoas en las inmediaciones del estadio, en las que no falta ningún ingrediente: perritos, hamburguesas, maíz... y por supuesto todo a lo grande.
No sabemos si esta clásica cita con el fast food se ha llevado a cabo durante la última final; lo que si sabemos, son las gigantescas y enormes cifras que engordan la relación de la Super Bowl con la comida. Sólo para que os hagáis una idea, durante la jornada de la Super Bowl se consumen alrededor de 1.200 calorías por telespectador, siendo el día de mayor consumo de alimentos en el país, superando a la festividad de Acción de Gracias. En el estadio se venden alrededor de 55.000 perritos y más de 48 millones de estadounidenses piden comida a domicilio. En casa, los aficionados al evento tampoco se quedan cortos: 1.950 toneladas de aperitivos salados, 1.134 de frutos secos, 1.723 de palomitas, 3.700 de nachos y 5.050 de patatas fritas son algunas de las espectaculares cantidades de las que hablan diferentes medios.
Para que luego digan que en España comemos mucho...
REDACCIÓN Gastronomia.com
IMAGEN DE https://www.washingtoncitypaper.com/blogs/youngandhungry
