Se trata de un tubérculo o raíz, que normalmente se consume en forma de polvo, pero que también da lugar a múltiples opciones culinarias. Sus propiedades beneficiosas y energéticas la convierten no solo en alimento sino -en muchos casos-, en medicamento natural. Doctores y naturalistas de todo el mundo la recomiendan para reducir o eliminar el insomnio, la fatiga o la ansiedad; o como terapia hormonal.
Su historia
La maca andina (propia de los Andes peruanos) se consume desde hace más de 2.500 años. Sus nutrientes benefician al estado físico y psíquico de los consumidores, actuando en el sistema nervioso y a favor de la memoria. Las propiedades de este tubérculo inciden en la mejora del ánimo psicológico, en el incremento de la energía vital e incluso aumentando el apetito sexual y la libido. De ahí que en sus orígenes se utilizase como moneda de cambio de alto valor. No obstante, su producción ha sido cada vez más elevada, debido -entre otras cosas- a la demanda exterior.
Las recetas
La maca es un alimento polivalente que se puede consumir de diferentes maneras. Las más tradicionales son en forma de guisos, añadiéndola como otro ingrediente más del cocinado. Pero también es muy común encontrarla en infusiones, o incluso como sustitutivo de la harina para la elaboración de galletas y postres.
Aumento de las exportaciones
Precisamente por sus beneficios demostrados, este producto autóctono ha llamado la atención de multitud de países de medio y alto nivel adquisitivo. Tanto es así que se ha convertido en uno de elementos más destacados del comercio exterior de Perú, aumentando sus exportaciones hasta en un 109% entre 2013 y 2014. Una de sus formas de exportación más exitosas es la compra por Internet, normalmente en forma de polvos o pastillas, donde puede llegar a encontrarse por menos de S/.33.
Entre el 90 y el 95% de la maca se encuentra exclusivamente en Perú, por lo que, si la demanda se mantiene al alza, la oferta seguirá creciendo de manera exponencial en los próximos años.
