El orujo o aguardiente de orujo es un licor tradicional muy popular especialmente en Galicia y Cantabria. De hecho, la comunidad gallega cuenta con su propia denominación Orujo de Galicia. La bebida proviene de la fermentación y destilación de orujos o bagazos de uva; o directamente por vapor de agua o por adición de la misma.
Los bagazos son los deshechos de la uva, los tallos, las semillas y los hollejos. Éstos se suelen mantener en recipientes durante un periodo inferior a cinco meses para que fermenten. Mediante la posterior destilación se pretende concentrar el alcohol y las propiedades aromáticas; el ritmo de destilación suele ser lento y se produce aplicando calor. La calidad del orujo depende de las materias primas utilizadas y de la buena conservación.
Con el aguardiente de orujo se realiza uno de los ritos más característicos en Galicia. Con componentes de magia que considera que el orujo es el espíritu del vino; se cree que la bebida de éste con el conjuro tiene propiedades curativas y sobre todo de protección contra maleficios y las meigas.
El rito consiste en la colocación del orujo en un gran recipiente de barro, y se añade azúcar y ralladuras de cítricos y granos de café al gusto. Se prende fuego, normalmente con un cucharón de barro cocido; y se remueve dejando que las llamas del alcohol se eleven poco a poco. El azúcar se va convirtiendo en caramelo. Se sigue removiendo hasta que se vaya apagando el fuego. Se sirve y se toma caliente.
El conjuro (conxuro) tradicional de la queimada gallega se recita mientras las llamas van quemando el azúcar, y dice:
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños,
espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas,
feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas,
fogar dos vermes e alimañas.
Lume das santas Compañas.
Mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios.
Ouveo do can, pregón da morte;
fuciño do sátiro e pé do coello.
Pecadora lingua da mala muller
casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú,
lume dos cadavres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes,
peidos dos infernales cus,
muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira,
falar dos gatos que andan á xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol, levantarei as chamas deste lume
que asemella ó do inferno
e fuxirán as meigas a cabalo das súas escobas,
índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que
non poden deixar de queimarse
no augoardente quedando así purificadas.
E cando esta brebaxe baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males
da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do Ar, Terra, Mar e Lume,
a vós fago esta chamada:
Si é verdade que tedes máis poder que a humana xente,
eiquí e agora, facede que os espritos dos amigos que estean fóra,
participen con nós desta queimada.
Redacción: Gastronomia.com