Los mariscadores ven con impotencia como una nueva marea roja obliga a cerrar gran parte de los polígonos de mejillón de las rías gallegas. La marea roja se produce cuando se detecta una biotoxina tóxica, y por el momento ha afectado a casi la totalidad de las zonas extractivas del molusco en las Rías Baixas.
Los últimos polígonos cerrados han sido los de las localidades de Muros, Noia y Cambados. Por el momento se salvan 6 políginos abiertos, lo que supone alrededor de un 12% de las zonas de extracción, como las de la ría de Sada, Ares, Betanzos y Redondela.
El verano pasado la facturación por venta de mejillón se vió resentida en un 20% debido a la aparición de estas toxinas. Los mariscadores gallegos temen que este año pueda volver a ocurrir lo mismo por la prohibición a recoger sus bateas. El Consello Regulador de Mexillón de Galicia ya ha dado la voz de alarma ante esta situación.
Redacción: Gastronomia.com