La crisis en Ucrania ha provocado que Rusia responda a las sanciones internacionales con vetos sobre el comercio internacional. El primer ministro Dmitri Medvédev, anunció la semana pasada la prohibición de importar gran parte de alimentos y bebidas procedentes de la Unión Europea y Estados Unidos, además de Australia, Canadá y Noruega.
Tras el estudio de las prohibiciones, parece que los vinos y bebidas alcohólicas se han librado del veto. Se estima que en Rusia cada año se destinan cerca de 1.000 millones de euros a la importación de este tipo de productos. El pasado año Rusia se gastó un total de 986 millones de euros en importación de bebidas alcohólicas europeas, de los cuales cerca de la mitad (445 millones de euros) fueron de paises pertencientes a la Unión Europea.
Italia es el principal proveedor de Rusia, seguido por Francia y España. Concretamente España abasteción en 2012 vino a Rusia por un valor de 89 millones de euros. Segñun informes publicados en los últimos años, el consumo de vino importado en Rusia se ha disparado la última década, produciéndose un importante cambio en los hábitos de consumo de los caldos. El 40% de los encuestados por Wine Intelligence afirmaron beber vinos importados al menos dos veces por semana, en comparación con el 29% que lo hacían en 2012.
Redacción: Gastronomia.com
