Cantabria, por su situación geográfica en la zona central de la cornisa cantábrica, ocupa un espacio influenciado por un entorno natural perfecto para albergar materias primas gastronómicas de primera calidad.
El mar Cantábrico proporciona parte de los ingredientes fundamentales en la gastronomía cántabra, como los pescados y mariscos, especialmente en la bahía de Santander. La merluza en salsa verde o los calamares son platos habituales, que se presenta cocinado de diferentes maneras. Del mar cantábrico procede también el famoso bonito del cantábrico, que da lugar a uno de los platos más típicos de la región, el sorropotún o marmita. De las cuencas altas de sus ríos proceden el salmón y la trucha terciada.
Los pastos cántabros, favorecidos por una climatología húmeda y de temperaturas suaves alimentan a una ganadería bovina de exquisito sabor y pequeños rebaños ovinos y caprinos. La caza es abundante en el interior de la provincia, y se elaboran con estas carnes platos tradicionales como el cocido montañés, elaborado con morcilla de arroz, alubias, chorizo y berzas.
En cuanto a los dulces típicos de la comunidad cántabra se encuentran los sobaos y las quesadas pasiegas, así como diferentes elaboraciones con hojaldres. Además los postres con leche también son muy habituales, y se elaboran también diferentes tipos de quesos como el queso nata o el queso picón.
En cuanto a las bebidas, en Cantabria se producen vinos amparados bajo las certificaciones de Vinos de la Tierra Costa de Cantabria y Vinos de la Tierra de Liébana. Además existen bodegas de sidra y txacolí, y destaca como bebida tradicional los diferentes licores de orujo.
Redacción: Gastronomía.com
Fotos: Turismo de Cantabria