Os proponemos darle un toque elegante a una de las bebidas más típicas del verano. La sangría de fresa es perfecta para acompañar una cena romántica o para sorprender con un cóctel dulce y especial en la piscina.
Para elaborarlo necesitaremos:
Vino tinto o rosado
Fresas
Gaseosa
Licor dulce
Hielo
Azúcar
Lima o limón
Lo primero es elegir un buen vino. Si la sangría va a acompañar una buena comida o cena elige un vino tinto, pero si te gusta el vino rosado, también es una buena combinación con las fresas. Esto es al gusto de cada uno.
Las fresas tienen el protagonismo en este cóctel, así que corta una buena cantidad de ellas en pequeños taquitos, aconsejamos cortarlas sobre un plato sopero y añadir en la mezcla el agua que sueltan al cortar, conseguirás un sabor más intenso a fruta en la bebida.
Añadimos la gaseosa y una buena cantidad de azúcar, para que el resultado no ofrezca demasiada sensación alcohólica. El punto final lo ofrece un toque de licor. Puedes usar un licor como el Amaretto, un ron negro o algo más suave como el licor 43. Acompaña la bebida con una o dos rodajitas de lima o limón por vaso, para darle un ligero toque cítrico. Añade el hielo en el último momento para que no se agüe.
Si prefieres un efecto más cremoso, puedes batir la mezcla antes de añadir el hielo y el limón.
