Un estudio reciente, publicado en la revista Pediatrics, asegura que los niños procesan la cafeína de forma diferente después de la pubertad. Según la investigación, dirigida por Jennifer Temple -profesora en la Escuela de Salud Pública en la Universidad de Buffalo- los chicos sufren unos cambios más acusados que las chicas tanto en frecuencia cardíaca como en presión arterial.
Este estimulante está presente en el café, bebidas energéticos y refrescos y poco se sabe de la seguridad en el consumo de cafeína, que es cada vez más popular. 3 de cada 4 niños estadounidenses la consumen a diario.
100 chicos entre los 8 y los 17 años de edad se sometieron a este estudio, para el que los menores consumían la cantidad de cafeína equivalente a una lata de refresco o una taza de café. Entre sus conclusiones, los investigadores apuntaron que la cafeína afectaba sin distinción de sexo a los menores que no habían pasado la pubertad.
Entre los mayores muestreados, de 15 a 17 años, el estudio desvela que tanto la frecuencia cardíaca como la presión arterial se veía más afectada en los chicos que en las chicas y las reacciones entre ellos también eran más inmediatas.
Aunque todavía hay mucho que investigar, si parece evidente que los cambios hormonales pueden jugar un papel importante en la forma en que el cuerpo humano procesa la cafeína.
REDACCIÓN gastronomia.com