Un estudio de SIRPAC, el Sistema Integrado en Red de Prospección Análisis y Divulgación de Pautas de Consumo, asegura en un estudio sobre tendencias alimentarias que además del sabor, nos preocupa el envase de los productos que consumimos. Por ejemplo: A la hora de comprar tomate frito, mientras el 50,62% confía en el tetrabrik, el 35,8% prefiere el cristal y el 29,26% la lata. Sólo el 4,32% escoge el plástico.
El estudio publicado en Mundo Sabor revela además que los consumidores españoles somos innovadores, el 40,58% de los compradores se inclina por productos nuevos y un 49,28% prueban si alguien se lo recomienda antes. Apenas un 2,9% confiamos en la publicidad de productos alimenticios y un 7,25% prefiere no probar cosas nuevas.
Otros datos que nos preocupan son el origen y el control, por encima del precio. Un 63,43% asocia una Denominación de Origen a un producto de gran calidad y el 29,10% le dan más importancia a los controles sobre ese determinado producto. Apenas un 4, 48% le da importancia al precio porque -según el estudio de SIRPAC- entendemos que un producto de gran calidad implica un valor añadido por encima del coste: el sabor.
Y si lo que nos ocupa es la comida preparada, el 50,81% valora su facilidad de preparación. Un 35,48% apuesta por el valor nutricional y el resto la cantidad. El 8,87% valora que se sacie como un plato único y el 4,84% que sea una mono-ración.
REDACCIÓN gastronomia.com