Ginebra y tónica. Son la revolución del momento en la coctelería. Tomarse un gin tonic está tan de moda que los bares que quieren sobrevivir en estos tiempos de crisis han tenido que remangarse y aprender de botánicos. Aunque son muchos, cada vez más, los que abanderan el combinado de toda la vida: ginebra seca, tónica neutra y limón.
Al margen de las combinaciones que nos apetezcan, tenemos que tener en cuenta quela copa en la que sirvamos nuestro combinado es una de las cuestiones más importantes. La elección debe pasar por una copa ancha y corta ¿Los motivos? El gin tonic necesita oxigenarse.
Otra de las claves para disfrutar de una buena copa es el hielo. La bebida ha de tomarse fría y para ello será muy importante que el hielo se conserve hasta el final. Por tanto una de las claves es: mucho hielo y a poder ser con agua de mineralización débil. Dicho de otra forma, los hielos que hacemos con agua del grifo se deshacen antes.
Remover. Es otra cuestión fundamental para que disfrutemos de un cóctel perfecto. Si lo hacemos demasiado marearemos la copa y le eliminaremos las burbujas. Será suficiente hundir una cuchara y darle una vuelta a la copa para que la ginebra y la tónica combinen a la perfección.
REDACCIÓN gastronomia.com