Esta sustancia cerosa y en general todos los problemas relacionados con las enfermedades del sistema circulatorio, son un mal muy común en nuestra sociedad. Y ello, como todos sabemos, es consecuencia en muchos casos de una mala alimentación y un estilo de vida sedentario. Te contamos qué alimentos te ayudarán a mantener los niveles de colesterol a raya.
Los frutos secos, y sobre todo las nueces, son ricos en ácido alfalinolénico, que nuestro organismo convierte en los saludables ácidos grasos Omega-3. Otros de sus beneficios son que retrasan el envejecimiento prematuro y nos ponen a salvo de enfermedades degenerativas.
Los pescados azules, como el atún, son una fuente importante de ácidos grasos poliinsaturados como el Omega-3, que ayuda por ejemplo a reducir la tensión arterial. Contienen también vitamina D.
Gracias a sus componentes activos, las berenjenas también ayudan a luchar contra el colesterol malo. Poseen algunos antioxidantes naturales como los compuestos fenólicos o los flavonoides, que «abren» las arterias y mejoran el metabolismo celular.
Además contienen fibra soluble, que ayuda a controlar los niveles de la sustancia cerosa en sangre, y que también se encuentra en otros alimentos como los espárragos, la remolacha, las alcachofas o la avena.
Los aceites vegetales, como el de oliva, maíz, nuez o girasol, son insaturados y ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL). A mayores contienen vitamina E, ayudando por ejemplo a la formación de glóbulos rojos.
El aguacate es muy rico en grasas monoinsaturadas y al igual que los aceites, favorecen la producción de colesterol HDL. Es rico en fibras y muy nutritivo, con vitaminas como la A, B y E y minerales como el hierro o el fósforo. Pese a ello, su consumo ha de ser moderado porque contiene muchas calorías.
REDACCIÓN Gastronomia.com
