Podemos encontrar diferentes tipos, que varían en función de su forma y color y que en muchos casos, se bautizan atendiendo al lugar de nacimiento. Las que os presentamos a continuación son algunas de las más típicas.
Botella Bordelesa
Es la más común, generalmente para vinos rosados, tintos y Burdeos. Tiene forma cilíndrica y podemos encontrar dos tipos, siendo una tres centímetros más alta que la otra.
Botella Rhin
Esta es la versión más alargada, con forma de flauta. Se utiliza sobre todo en el caso de los vinos blancos y también algunos rosados. La opción más auténtica es la que tiene el vidrio en color caramelo; aunque también existen las de color verde, que son del tipo Alsacia. Algunos ejemplos de caldos elegidos para ir dentro de esta botella con los Albariños y Ribeiros, o blancos y rosados del Penedés.
Botella Borgoñona
Es la más antigua, ancha y de menor altura; y muy utilizada para vinos de Borgoña, del Tavel o Beaujolais. En España no son muy comunes, siendo las bodegas Torres de las pocos que las eligen para algunos de sus vinos. Se suele fabricar en color verde oliva o marrón.
Botella de Champagne
Presenta un vidrio verde y reforzado más oscuro que la botella anterior, aunque también se pueden ver con el material translúcido y esmerilado. Se utiliza para para la mayoría de los cavas.
Botella Alsaciana
Esta variedad es delgada y con los hombros caídos y se emplea para vinos de la región de Alsacia, tanto tintos como blancos.
REDACCIÓN Gastronomia.com