Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña es el gurú de los emprendedores especializados en las nuevas tecnologías. Vicepresidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (por destacar algo de las millones de cosas que figuran en su currículum) es autor también de dos libros: Ha llegado la hora de montar tu empresa y Desnudando a Google, que va ya por su tercera edición. Un libro inquietante este último sobre el poder excesivo que adquiere la compañía estadounidense sobre nuestras vidas.
¿Si Google cruzase los datos que tiene sobre ti a nivel gastronómico, a qué conclusión llegaría?
No lo sé porque ninguno sabemos qué datos maneja Google. Google lo sabe prácticamente todo y nos llegaríamos a sorprender. Hay un ingeniero de la compañía que comentó en más de una ocasión que Google no puede demostrar todo lo que sabe de nosotros porque nos llegaríamos a asustar. El 22 de octubre fue mi cumpleaños y cuando me levanté y abrí mi ordenador en lugar del logotipo de Google salía una tarta de cumpleaños y decía: «Feliz cumpleaños, Alejandro». Partiendo de eso no me extrañaría que llegaran a decirme que es lo que he comido el día anterior.
¿Eres más de comer o cocinar?
Soy más de comer, en mi tripa está la prueba fehaciente de ello. Me gusta cocinar, pero soy un cocinillas. Puedo cocinar un ratito los fines de semana, pero posiblemente si tuviera que cocinar cada día no lo llevaría de una manera tan agradable.
¿Cuándo cocinas, eres de los que comparte resultados en redes sociales?
No. Yo el tema de las redes sociales lo veo de una manera muy distinta a la gente. A mí me gusta no compartir información personal en redes sociales. Yo en Twitter o en Facebook hablo de emprendimiento, de cosas que escucho o que leo, pero creo que tiene que haber una barrera entre lo personal y lo profesional y son herramientas profesionales. Me cuesta hablar de mi familia, de mis hijos o de qué he comido. Me cuesta un montón porque creo que entra dentro de un círculo más de amigos.
¿Buscarías una receta en Google?
Me encanta. Para recetas Youtube me parece que un clásico, yo me pongo en el iPad un vídeo que te enseña a hacer cualquier tipo de cosa y me parece que eso tiene mucho encanto.
¿Cuál es tu favorita?
Hay muchísimas, aunque tengo últimamente la obsesión por aprender a hacer solomillo cube como lo hacen en un restaurante de La Moraleja al que voy mucho. Es como un solomillo cortado en pequeños cubitos en una salsa de soja que me parece una delicia, pero por más que soborno al cocinero no lo consigo.
¿Y el peor momento que has vivido en una mesa?
En una mesa siempre se disfruta. Yo tengo la suerte o la desgracia de tener todos los días de la semana desayunos y comidas de trabajo y desde luego son mucho más livianos porque se comparte mesa y mantel. Al final es una herramienta de trabajo fantástico, porque no es lo mismo el trato. Las cosas van mucho más fáciles y se puede llegar a puntos de encuentro de una forma mucho más agradable.
¿Qué es lo más exótico que has probado nunca?
Creo que he probado prácticamente de todo. En un viaje que hice hace años a la India, no me atrevo a decir ni que es lo que comí porque probablemente no fuera ni lo que yo creía que era. Pero todo tipo de insectos.
¿Qué opinas de fenómenos mediáticos como TopChef o MasterChef?
Me parecen divertidos. Creo que tienen un cierto encanto y además acercan el mundo gastronómico al suelo. Parece que teníamos en la última década una cultura gastronómica de chefs que estaban un poco alejados. Me parecen positivos para el mundo gastronómico en general. Al final hay que llevar las cosas a la calle.
¿Si Google quisiese saber cuál es tu restaurante favorito, qué saldría?
Lo sabe por la geolocalización y por segregación de IP dónde estás en ese momento. Los datos los tiene y otra cosa es que no los encuentre interesantes. No descartemos que dentro de unos años nos encontremos cosas totalmente surrealistas como que yendo a un restaurante Google te mande media hora antes una oferta del restaurante de enfrente, porque tiene la tecnología para hacerlo. Sería además una herramienta radical de ventas.
¿Cómo conquista más Alejandro Suarez, disertando sobre el algoritmo de Google o preparando una buena cena?
Para mi desgracia creo que ni una cosa ni la otra. El algoritmo de Google es un auténtico coñazo, tremendamente aburrido, es prácticamente matemática. Y una cena se disfruta de otra manera. Aunque yo prefiero que conquisten mi estómago a ser yo quien lo conquiste.
¿Dulce o salado?
Dulce
¿Algún producto relacionado con la gastronomía sin el que no puedas pasar?
No sabría decirte. Yo creo que cualquiera, aunque un poco de dulce me apetece siempre.
¿Cómo está la relación entre gastronomía y nuevas tecnologías?
Va un poco a la cola. Hay restaurantes muy punteros a nivel tecnológicos, pero la media va atrasada. Aunque es cierto que nada tiene más encanto que perderse en un pueblito donde te encuentras la típica persona que lleva haciendo los mismos platos toda la vida y la tecnología puede ser algo fría en ese sentido.
REDACCIÓN Marta de Dios