Elisabet Julianne, menorquina de 33 años, fue la sexta expulsada de Top Chef. Su pil-pil no estuvo a la altura y tuvo que recoger sus cuchillos. Y eso a pesar que su compañero, Antonio Arrabal, se dejó un trozo de plástico en su plato. Imperdonable en la alta cocina.
El programa se presentaba duro. Los concursantes tuvieron que cocinar para el Marqués de Griñón y sus invitados: Ramón Freixa, Darío Barrio, Juan Pozuelo y el crítico José Carlos Capel. Las condiciones fueron complicadas, 60 minutos para elaborar dos platos, sin conocer la cocina y sin saber qué les esperaba en la despensa.
«Estoy hasta los cojones de que me saquen los colores» acusó Begoña tras la prueba. Los comensales valoraron de «mala ejecución» y de «mala idea» la mayoría de los platos. Se resarció en la prueba de la última oportunidad, en la que ejecutó una Ensalada Paco en honor a su abuelo. Cherrys rellenos de tartar de atún en un plato cuyo protagonista era el aceite.
La prueba la presentó Paco Roncero y se debatió la continuidad entre Eli y Antonio Arrabal. Ella tuvo que recurrir a un pi-pil tras fracasar en unas esferificaciones de aceite y Antonio se libró de la criba a pesar de haberse dejado un plástico en el plato. A juicio de Chicote se salvó porque su plato estaba «muy bueno». Ya sólo quedan 6 concursantes que pueden optar a ganar Top Chef.
REDACCIÓN gastronomia.com
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