Carnitas, pozole, tamales, chiles en nogada, cochinita pibil y mole, entre otros, son los platos de una larga lista que han llevado a la gastronomía mexicana a ser declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta cocina es resultado de la mezcla de los sabores indígenas con los europeos. Entre todo este panorama tenemos unos eternos olvidados que no por eso son menos importantes: los jugos y licuados .
Los primeros se preparan a base de frutas principalmente y 1/2 litro puede contener las cinco piezas de frutas que todo médico recomienda diariamente. A los licuados se les añade leche , azúcar y vainilla. Además entra en juego la creatividad del «maestro licuador», que añade otros ingredientes como avena, alfalfa, espinacas o canela.
Entre las frutas se usan fresas, naranjas, manzanas, mamey, guayaba, mango, piña, plátano,coco,...Infinitas combinaciones a las que se les atribuyen nombres y propiedades sorprendentes como el «antigripal», «el pierde-peso»". «energizante», «El destroyer» y el «El mamey invencible».
Sin duda una opción saludable, divertida, económica, nutritiva y práctica de introducirse en la gastronomía, los olores, los sabores y la forma de vida de México.
REDACCIÓN Tessy Carrada
