Parellada, autora de numerosas publicaciones gastronómicas y propietaria de los restaurantes Semproniana, Pla dels Àngels y Petra (Barcelona), recuerda que el lado oscuro del táper es la monotonía" y busca erradicarla con "cien gramos de organización, 50 de ilusión y una pizca de ganas de comer".
«En táper» (Salsa Books) recopila casi una treintena de recetas para «dar color y sabor a nuestro táper de una manera sencilla y saludable y, lo que es más importante, a un coste asequible y sin gastar un minuto extra en la cocina», expone la cocinera.
Sus propuestas comprenden mayoritariamente platos únicos por su mayor operatividad y reflejan la pirámide de los alimentos, de forma que contienen hidratos de carbono, hortalizas y algo de proteínas.
Entre ellas figuran recetas como la ensalada de alubias con bacalao y aceitunas negras, lasaña de berenjena, mozzarella y salsa de piquillos; lomo con salsa de setas y arroz integral, croquetas de bacalao con pisto, tarta fácil de queso y un par de sándwiches, de los que recomienda no abusar.
También ofrece consejos para asegurar el buen estado de los platos en el momento del consumo, como transportar los alimentos de alto riesgo aún congelados o escoger fiambreras de plástico resistente para que no absorban micropartículas de alimentos ni transmitan las plásticas al contenido.
Parellada recomienda no comer en la mesa de trabajo, hacerlo en compañía y, aprovechando el buen tiempo, salir a disfrutar de la comida en un parque.
Además, sugiere tener en las cajoneras frutos secos, aceite de buena calidad, vinagres aromatizados -para aliñar las ensaladas justo antes de comerlas y evitar la oxidación de las lechugas-, hierbas aromáticas secas, flor de sal y alguna golosina para "alegrar" las comidas.
La excusa de la falta de tiempo para cocinar es rebatida por la cocinera con una buena organización, que incluye la planificación de una o dos semanas de comidas y cenas que garanticen una dieta equilibrada y cocinar con restos, aunque «no comer de restos», porque los aprovecha integrándolos en un plato distinto.
Para ayudar, recomienda tener como «fondo de nevera» cebolla sofrita, salsa de tomate, hortalizas escaldadas, arroz hervido o un asado de carne.
También incluye recomendaciones para el táper escolar -en los que los expertos han observado menús excesivamente repetitivos y muy pobres en vitaminas y minerales- como procurar que todos los alimentos estén deshuesados y cortados en pequeños bocados o evitar el exceso de salsas que pueden acabar manchando las libretas.
INFORMACIÓN DE El Confidencial
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