Andalucía propicia, nada más y nada menos, que dieciséis zonas de indicaciones geográficas protegidas, amén de sus Denominaciones de Orígen. Es decir, hay más vino del que se podría creen en principio. Y vino que es interesante no solo conocer, sino beber con placer.

La que durante un tiempo se llamó Altiplano de Sierra Nevada, y que ahora disfruta del nombre de Vino de la tierra norte de Granada, está gozando en los últimos años de un crecimiento reseñable, tanto por el número de bodegas que se hacen evidentes, como por las producciones que realizan.

Muñana 3 cepas 2008 está elaborado por Bodegas Señorío Nazarí, instalada en las comarcas de Guadix y el Marquesado. Viñedos enclavados a una altitud de 1.200 metros, que llegan recibir nieves alguna vez, y una hermosa luz solar el resto del año. Viñas sanas que ofrecen tres variedades que se conjugan muy bien, Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot, procedente de la Finca Peñas Prietas, y dan como resultado un vino sápido, con 14º muy compensados que desarrollan en nariz aromas frescos y balsámicos que otorgan una singular personalidad al vino.

La Cabernet ayuda a que la perdurabilidad a lo largo de años de crianza del vino sea efectiva. Grandes productores apuestan por esta uva como la encargada de conducir en el tiempo el desarrollo y perdurabilidad de lo que encontramos en botella. La Syrah nos aporta frescura, suntuosidad y potencia, y la Merlot la viveza y el aroma que necesita éste Muñana para convertirse en un producto que debe ser buscado y conocido.

Debemos de apreciar los trabajos que se producen en cualquier zona vinícola. Abrir nuestra curiosidad a resultados bien hechos, porque los diversos suelos nos irán proporcionando diversas lecturas y podremos ampliar un mapa sápido enológico de una geografía capaz de mostrarse botella a botella.

La alegría que proporciona ir encontrando vinos de calidad que enriquecen nuestra memoria gustativa nos hace absolutamente más abiertos y dispuestos a disfrutar de la autenticidad de cada terruño.

Muñana 3 cepas 2008 es un ejemplo de cómo la atención por el territorio y un desarrollo cuidado en bodega proporcionan un vino que no puede dejar indiferente a quien se acerca hasta él. Por la estructura olfativa, y por la carnosidad que nos deja en boca. Estamos ante un vino más invernal, que puede acompañar en amplio espectro de carnes rojas en diversas cocciones. Pero también puede ayudar a que quesos zamoranos, o los de cercanía, donde la cabra, y cierta acidez grasa, necesitan de una redondez frutal que realice un maridaje equilibrado de apoyos mutuos.

Una bodega que ha merecido importantes reconocimientos mundiales no debe de pasar desapercibida a nuestros ojos de descubridores de novedades, y mayor felicidad nos producen esas novedades cuando proceden de tierras en las que creíamos que el vino no estaba entre sus mayores logros. Pero la técnica y el aprendizaje hacen de la raza de bodegueros una especie que no se detiene, y añada a añada amplía las fronteras vinícolas. Muñana 2008 3 cepas. Un vino con pasado de nieves.