Los Pinos
Máximo tiene más de sesenta años y lleva desde los 14 cuidando cabras. Procede de una familia humilde, en la que el trabajo era incompatible con los estudios. Muy pronto tuvo que abandonarlos para aprender el oficio junto a Luis Temporal, hace casi medio siglo, en la costa de Fuencaliente. A los dieciséis regresó a las cumbres de Tijarafe, en la llamada Cueva de Las Ovejas,donde consiguió un rebaño propio de entre 20 y 25 cabezas. Y así hasta hace dos décadas, cuando se estableció en su ubicación actual. Los 30 animales de su rebaño pastorean en la zona de Las Granaderas, que pertenece al barrio tijarafero de Tinizara. Buscan su alimento entre los recovecos del Barranco de las Viñas, donde crecen especies autóctonas como las lechugillas, los cornicales, las vinagreras o los cabezotes. En el momento del ordeño, su alimentación se refuerza además con maíz, pasto seco y tagasastes. El cuidado del ganado en la explotación de Los Pinos tiene un carácter semiextensivo. Tras una monta natural, a la que sigue una gestación de cinco meses, el momento del parto suele coincidir con el mes de octubre. Los quesos de Los Pinos suelen pesar entre 4 y 5 kilos. Se elaboran a la manera tradicional, según los parámetros de calidad de la Denominación de Origen, con cuajo natural de cabrito y sal marina. Justo antes de su salida al mercado, pasan por una fase de ahumado con materiales vegetales de origen natural. A veces usan tuneras secas, pero el humo de pinillo (acículas de pino canario) o cáscaras de almendra es el favorito de Máximo y Elvira.