- Un recorrido por la historia de la bodega a través de seis vinos, de la mano de Ferran Centelles (ex sumiller de El Bulli, colaborador de elBulli Lab y de la prestigiosa publicación internacional Jancis Robinson) y Pepe Hidalgo (enólogo en Pago de los Capellanes).
- Bajo el título Caminos de Viña y Vida, la cata propone un viaje por la historia, el presente y el futuro de la bodega en el que, además, se presentarán en primicia Doroteo 2015, O Luar do Sil Vides de Córgomo 2019 y una muestra del futuro Laderas de Fuentenebro 2020.
Pago de los Capellanes celebra en Madrid Fusión su 25 Aniversario con una cata magistral, Caminos de Viña y Vida, en la que se recorrerá la historia de la bodega a través de seis vinos.
De la mano de Ferrán Centelles (ex sumiller de El Bulli, colaborador de elBulli Lab y de la prestigiosa publicación internacional Jancis Robinson), Pepe Hidalgo (enólogo en Pago de los Capellanes) y la familia Rodero Villa, se explorarán los diferentes caminos que la bodega ha recorrido en este cuarto de siglo.
En este itinerario familiar, que al tiemplo refleja parte de la evolución del mundo del vino en España, se presentarán en exclusiva primicia de los dos nuevos vinos que elabora la familia Rodero Villa en las regiones vitivinícolas donde tiene presencia: O Luar do Sil Vides de Córgomo 2019 y una muestra del futuro Laderas de Fuentenebro 2020.
Se trata de dos proyectos de futuro, nacidos respectivamente en Valdeorras y en la Ribera del Duero, que amplían a nuevos horizontes el compromiso que la familia mantiene con el viñedo, el entorno, el saber tradicional y el cultivo respetuoso de la vid.
También se podrá disfrutar del presente de la bodega a través de un vino que refleja identidad de la trayectoria de Pago de los Capellanes, Reserva 2017
La cata Caminos de Viña y Vida culminará con añadas antiguas de los dos vinos más icónicos de la bodega, Parcela El Nogal 2011 y Parcela El Picón 2005, referencias únicas de las que quedan muy pocos ejemplares.
Y finalizará con la presentación de Doroteo, el vino homenaje a Doroteo Rodero, abuelo de la familia, cuya labor como viticultor es clave para entender el posterior devenir de Pago de los Capellanes.
Sobre los vinos que se presentarán
El futuro de la bodega quedará representado a través de dos nuevos vinos:
- O Luar do Sil Vides de Córgomo 2019
- Laderas de Fuentenebro 2020
El presente de Pago de los Capellanes se conocerá a través de una referencia actual:
- Pago de los Capellanes Reserva 2017
La historia más emblemática e icónica de la bodega estará representada a través de:
- Parcela El Nogal 2011
- Parcela El Picón 2005
La culminación a estos 25 años de trabajo incansable se dará a conocer a través de:
- Doroteo 2015
Sobre Pago de los Capellanes
Desde hace 25 años en la bodega de Pago de los Capellanes se elaboran vinos de manera honesta, poniendo en valor el origen, el paisaje, y defendiendo el legado recibido de sus antepasados, del abuelo Doroteo, que trabajaba para conservar los majuelos heredados de su familia, un pequeño pago de tempranillo que siglos atrás (siglos XIII-XV) perteneció a los capellanes de Pedrosa de Duero (Burgos).
Con el objetivo de continuar su legado y seguir trabajando la tierra para preservarla, su hijo Paco Rodero junto con su esposa Conchita Villa, rescataron el viñedo familiar ampliando el trabajo a parcelas cercanas y recuperaron cepas antiguas que habían sido olvidadas.
El matrimonio Rodero Villa fue uno de los primeros viticultores de la DO Ribera del Duero durante más de una década, y en 1996 decidieron comenzar un proyecto vinícola propio que pusiera en valor ese trabajo de conservación de la tierra y la memoria histórica de la zona fundando su propia bodega, Pago de los Capellanes.
En 2014 trasladaron su compromiso con la tradición, el entorno y la historia a Valdeorras (Galicia), creando la bodega O Luar Do Sil, en la que elaboran vinos procedentes de pequeñas parcelas situadas alrededor de Seadur (Orense).
Durante los últimos años, la familia Rodero Villa ha apostado por la recuperación del viñedo en altura en las laderas de Fuentenebro. Son parcelas a más de 1.000 metros de altitud batidas por vientos cortantes y compuestas por una gran variedad mineral, que darán lugar a un vino que verá la luz muy pronto.
Como filosofía, el vino nace en el campo y hay que respetar su esencia, interviniendo lo mínimo e imprescindible para lograr la máxima expresión de cada uva, tempranillo y godello, actualmente las variedades que protagonizan sus vinos que se caracterizan por ser complejos, expresión fiel de su origen y de larga guarda.
Defensores de las cosas bien hechas. Sin prisa, pero sin pausa, de manera constante, haciendo camino al andar. Eso sí, cada paso que dan es con la misma ilusión y entrega que la transmitida por sus antepasados, poniendo en valor el origen, la conexión con la tierra, el saber tradicional y el tiempo.