Dentro de la riqueza gastronómica de la comarca de El Bierzo (Castilla y León), hasta la fecha el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha concedido a cuatro de sus productos el distintivo de Denominación de Origen.Estaríamos hablando del vino, el pimiento asado, el botillo del Bierzo y la manzana reineta. Sobre este último producto vamos a dedicar nuestro artículo de hoy para conocer un poco más acerca de su historia y de sus características.
La primera referencia que se tiene de la manzana reineta tiene su origen en la Francia del siglo XVI. En concreto, en los escritos encontrados, se hacía mención a la reineta blanca, tipo de manzana que dio origen al resto de reinetas. El origen de la manzana reineta en la comarca de El Bierzo es aún desconocido. Hay quienes sostienen que esta manzana fue introducida durante la presencia romana en la región, y otros, datan su introducción entre los siglos XII y XIV por parte de órdenes religiosas.
La Denominación de Origen Manzana del Bierzo (2001) protege las variedades de “reineta blanca” y “reineta gris”. Según aparece indicado en la página web de su Consejo Regulador, su “dureza” no tiene competidor con respecto a las otras variedades de manzana reineta producidas en otras regiones de España.
En lo que respecta a sus características generales, la manzana reineta del Bierzo es achatada, con el peciolo (rabillo de la manzana) corto, es de color verde – marrón apagado y de pulpa firme. Por otra parte, sobre sus cualidades organolépticas, la manzana reineta del Bierzo puede ser dulce o muy dulce, pero en equilibrio con toques ácidos; su olor es de intensidad media y es muy jugosa.
En su aplicación en la cocina, la manzana reineta del Bierzo puede consumirse en fresco y es el ingrediente principal en la elaboración de compotas, tartas, bizcochos, batidos, mermeladas o incluso en platos salados como ensaladas y empanadillas.