El Gallo del Penedés ya figura en el registro europeo de denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas. Después de años de trámites administrativos impulsados por la Asocación de Criadores la pasada semana el Diario Oficial de la Unión Europea publicó el reconocimiento.
El plumaje y la pata negra y una cresta de color rojo intenso marcan el aspecto exterior de esta ave en peligro de extinción hasta 1980 cuando se inicia su recuperación. Su carne es sabrosa, consistente, pero tierna y con un gusto peculiar, más dulce, que resulta de una de las singularidades de su dieta. El 5% de su alimentación, basada en maíz y leguminosas, son huesos de uva, un hecho muy ligado a la producción vitivinícola de la zona.
Su consumo es muy popular en épocas de Navidad, cuando se celebra una multitudinaria Fiesta del Gallo en Villafranca del Penedés. Los esfuerzos de los criadores se centran en mantenerlo durante el resto del año para lo que demandan la complicidad del sector de la restauración de la comarca.