Las conserveras navarras empezarán esta semana a enlatar los pimientos del Piquillo de Lodosa que recogen los agricultores que cultivan la hortaliza bajo el sello de la Denominación de Origen Protegida. La campaña de recolección ha comenzado estos días con buenas expectativas. "La calidad de los frutos es buena y el tamaño pequeño por lo que se espera obtener un producto muy fino", señalan desde el Consejo Regulador.
La recolección continuará hasta el momento en que se produzcan las primeras heladas, ya que el Piquillo de Lodosa se recoge conforme va alcanzado el color rojo, señal de que ya ha madurado.Una vez recogidos, los pimientos son transportados a las conserveras donde pasan al asado por llama directa.
El proceso continúa con un meticuloso descorazonado, pelado y eliminación de semillas. Los pimientos pelados pasan a la sección de envasado donde personas expertas seleccionan, clasifican y envasan el pimiento en latas y botes específicos. Igual que en la elaboración, el envasado se realiza en seco, de tal manera que la pequeña cantidad de líquido transparente y denso que aparece al abrir la lata es el mismo jugo que ha soltado el pimiento.