Los 22 agricultores que cultivan las endrinas con las que se produce el Pacharán Navarro comenzarán esta semana la cosecha con la recolección de las variedades más tempranas. Estiman que recolectarán unos 700.000 kg de endrinas con las que abastecerán a las empresas incritas a la IGP, que certifica la calidad de esta bebida espirituosa de baja graduación sabor afrutado y aroma intenso.
La producción anual de este fruto en Navarra cubre alrededor del 80% de las necesidades de los elaboradores de pacharán que comercializan unos tres millones y medio de litros cada año. Su singularidad radica en las variedades de endrina y su proceso de su maceración en alcoholes seleccionados.
El Consejo Regulador del Pacharán Navarro está formado por empresas con una larga tradición en la elaboración del pacharán, del que existe constancia documental desde hace seis siglos pero que no se comercializó hasta hace unos 60 años. El licor se obtiene con la maceración de las endrinas en anís, consiguiendo una extraordinaria combinación de matices, aromas y contraste, ideal para endulzar las sobremesas o como ingrediente de coctelería.