Como cada año, el primer domingo de agosto se celebra la fiesta gastronómica de los conocidos pimientos de Padrón o pimientos de Herbón, como señala la Denominación de Origen Protegida que certifica la calidad del producto.
Los pimientos toman el nombre de este lugar de Padrón donde se ubica el convento al que llegaron en el siglo XVII las primeras semillas traídas desde el estado mexicano de Tabasco por los monjes franciscanos.
Una de las características más destacadas de los pimientos de Herbón se refiere a que no todos los frutos presentan picor sino que éste ocasionalmente aparece -"uns pican e outros non", dice la frase popular - y que es un picor ligero. El origen es una variedad picante que los productores de la zona han manejado eliminando aquellas plantas y frutos con sabor picante más intenso logrando esta singular cualidad.
¿Por qué pican?
Que los pimientos piquen más o menos depende de la cantidad de compuestos capsicinoides que contengan en la parte blanquecina que hay en el interior del fruto. Se han identificado hasta diez compuestos distintos, pero es la capsicina la que más pica.
Estas sustancias son agentes defensivos por lo que la cantidad que produce la planta depende tanto de las características genéticas de la variedad, como de las condiciones ambientales; temperatura, humedad, composición del suelo, fertilización y estado de desarrollo del fruto en el momento de recogida.
Incluso en los pimientos cultivados en la misma zona y parcela, aumenta la probabilidad de frutos picantes si hay más sequía o altas temperaturas, así como un deficiente manejo del cultivo.