Se acercan las navidades y los más previsores intentan abastecer la nevera antes de que los precios de muchos productos se disparen simplemente por oír navidad. Comida, cenas, aperitivos... excesos gastronómicos que sean compatibles con nuestros bolsillos. Para poder optimizar el desembolso en los supermercados es importarte saber cómo conservar estos alimentos para que su vida se prolongue lo más posible o, cuanto menos, no se estropeen antes de tiempo como las sobras de los numerosos platos que ponemos en la mesa en estas fechas.
Estos son algunos consejos para prologar esa conservación:
- El producto cocinado no puede compartir espacio con producto fresco.
- Los productos frescos han de colocarse en las zonas bajas de refrigerador.
- Debemos protegerlos siempre con papel film, mejor que papel plata.
Los alimentos frescos, aquellos que compramos directamente en el mercado, cualquier producto perecedero como carnes, pescados, frutas.. debemos conservarlos siempre en nevera. Es la mejor manera de prolongar su vida útil siempre tratando de atender las características de cada producto:
- el pescado necesita una tempratura más fría que las verduras.
- la carne más frío que las frutas.
Debemos protegerlos siempre con papel film
Si dejamos un alimento a la intemperie en la nevera, el aire frío que se genera dentro lo va a ir secando. Por eso, se quedan las hojas de lechuga mustias, pierden brillo y color los alimentos o se secan las superficies de carnes y pescados. Para asegurarnos de que los productos frescos estén en perfectas condiciones y así evitar este envejecimiento temprano del producto, debemos envolverlos, especialmente con papel film ya que el papel de aluminio suele romperse al mínimo roce y queda el alimento al aire. El film se adapta mejor porque lo envuelve completamento para evitar, en la medida de lo posible, que el aire y la humedad estén en contacto con los alimentos y así evitar que se pudran por el desarrollo de bacterias y fermentaciones.
Fundamental evitar la contaminación cruzada
La contaminación cruzada se produce por el contacto de unos alimentos con otros. Dentro de esta contaminación cruzada la más grave y peligrosa, y que puede ocurrir con frecuencia en nuestra nevera, es la que se produce entre alimentos crudos y cocinados.
Algunos productos crudos liberan agua que puede manchar baldas de la nevera y contaminar. En caso de que esto ocurra, el proceso de cocinado y la exposición a una temperatura superior a 70 u 80 grados, eliminará todas las bacterias de los alimentos que se cocinen. El problema serio llega con los platos ya cocinados que se guardan y cuyo calentamiento, por ejemplo en el microondas, antes de servirlos de nuevo, nunca supera la temperatura suficiente para matar a dichas bacterias.
Nuestro consejo: ordenar y organizar la nevera
A pesar del overbooking de tu nevera en navidades, es fundamental situar los productos crudos y frescos abajo, y los productos cocinados arriba. Aunque las propias neveras ayudan con su distribución a hacer esto, siempre podemos apotar nuestro granito de arena para evitar males mayores. Nuestra recomendación es forrar el fondo de los cajones de la nevera con papel absorvente para que, si hay algun tipo de fuga o algún exceso de condensación y humedad, el papel lo absorva y evitemos que esté en contacto directo con los alimentos.
Puedes escuchar a Nacho Garbayo, cocinero y profesor de cocina en su programa Aprendiendo a cocinar, en Gastroradio.