El Mundial de Fútbol ha centrado el foco de interés sobre Brasil. Un país con casi 200 millones de habitantes y caracterizado por un clima tropical que marca su gastronomía con una gran riqueza de productos de todo tipo.
Las influencias de la cocina brasileña son básicamente tres: la indígena, la europea (fundamentalmente portuguesa, alemana e italiana) y la africana. Aunque la inmensidad de su territorio también favorece que en Brasil tantas culturas gastronómicas como regiones. Su clima favorece la riqueza de frutas tropicales y la extensión de su litoral, una buena cantidad de pescado.
Entre los platos típicos que podemos comer en Brasil entramos algunos como el acarajé, la moqueca o la tacacá.
Acarajé. Un plato salado de orígenes africanos que se elabora principalmente de judías carillas y camarones. Se fríe en aceite de palma y se sirve con una salsa de caruru, pimienta y vatapá (un puré espeso que se suele preparar como relleno).
Moqueca. Este cocido se elabora a base de pescados de procedencia indígena. Se cuece con aceite de palma y leche de coco, donde se aprovechan las hojas de gran diversidad de árboles. En la región sur del país el aceite de palma se sustituye por urucum.
Tacacá. Esta sopa, muy popular en la zona del Amazonas (al norte de la región) que se elabora a partir de jambú (una hierba de la región) y tucupí (un caldo hecho a base de mandioca).
Brasil es, junto a Perú y México, punta de lanza en la vanguardia de la cocina Latinoamericana, prueba de ello es la presencia de los restaurantes de alta cocina brasileños en la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica del último año. En este sentido Sao Paulo es la ciudad de referencia en el país de América del Sur.
En la imagen principal una creación de Alex Atala, el chef ejecutivo del restaurante DOM, considerado el mejor restaurante de Brasil.
REDACCIÓN gastronomia.com