Más de 150 personas ya pudieron probar el helado de Picota del Jerte. Invitados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte y el Horno de San Onofre, quienes se pasearon el martes por el Mercado de San Miguel probaron un sorbete elaborado con agua y el helado realizado con leche.
«Por su intenso sabor y esos trocitos de Picota es muy agradable al paladar y da sensación de producto natural y de calidad», confesaba Daniel Guerrero, dueño y maestro pastelero del Horno de San Onofre.
El objetivo de la iniciativa parecía conseguido, «que el consumidor conozca las posibilidades que la Cereza del Jerte tiene, además de cómo fruta fresca, para la elaboración de helados u otros postres», aseguró la directora de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, Pilar Díez.
Un acto que tiene la finalidad de fomentar y divulgar el consumo de la Picota del Jerte. Para quienes no pudieron asistir a la degustación, un consuelo: durante toda la temporada de verano, el Horno de San Onofre mantendrá en su carta el helado y sorbete de Picota del Jerte.
Daniel Guerrero
Hijo de padre pastelero, entró como aprendiz a los 14 años en Delicatesen, donde el pastelero chocolatero señor Bonet le enseñó las artes del oficio. Con el paso de los años, Daniel Guerrero se quedó con el traspaso de una pastelería que se convirtió en el Horno de San Onofre.
La Tarta de Santiago, las Filloas y unas buenas materias primas hicieron que el Horno San Onofre funcionara hasta la actualidad.
REDACCIÓN gastronomia.com