La FAO acoge desde ayer en Roma el evento anual de socios de Save de Food. Una reunión que conecta un grupo formado por organizaciones públicas y privadas en torno a reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos. El centro de investigación especializado en tecnologías de envase y embalaje (Itene), se ha unido recientemente a la iniciativa para contribuir a la búsqueda de soluciones que reduzcan la pérdida de alimentos y residuos alimentarios.
Unos de los principales objetivos de la iniciativa es que los alimentos se envasen adecuadamente desde el origen hasta que llegan al mercado. La UE apunta a que un embalaje inadecuado se sitúa entre las causas principales del desperdicio de alimentos. La confusión entre las etiquetas consumir preferentemente antes de y consumir antes de, la falta de concienciación, una gestión ineficiente de los stocks, los excesos de producción y un almacenaje inapropiado son las responsables de que el consumidor deseche alimentos de forma inadecuada.
Según datos publicados por la UE, cerca de 90 millones de toneladas anuales se desperdician cada año en Europa y sobre un tercio de los alimentos destinados al consumo humano se desperdician a nivel mundial, lo que se traduce en un total de 1.300 millones de toneladas al año, según la FAO.
Según sus datos, el volumen de alimentos desperdiciados en los países industrializados es el mismo que en los países en vías de desarrollo. La diferencia es que en los países subdesarrollados un 40% de la pérdida de alimentos se produce tras su cosecha y durante su procesado. En los países industrializados el mismo porcentaje de desperdicios tiene lugar durante las fases de distribución y consumo.
REDACCIÓN gastronomia.com