No tiene Estrellas Michelín, pero por él se han pasado a comer personalidades de todo el mundo. El restaurante D’Berto ofrece el mejor marisco del mundo. También es el más grande. D’Berto abrió sus puertas como un lugar en el que servían churrascos y menús del día, hasta que un día se decidieron a apostar por el producto. Nos paramos a hablar con su responsable, Alberto Domínguez, tras la segunda reunión anual de Amigos da Cociña Galega. El tema del día: el producto como elemento de reivindicación turística gallega.
¿Es el producto el mejor embajador de Galicia?
Yo creo que sí. Es lo esencial de Galicia y lo que hay que hacer es no estropearlo, porque tenemos una materia prima que se vende sola. Aunque tenemos todavía la tarea pendiente de llevarla al exterior. Algo que el País Vasco, por ejemplo, supo hacer de maravilla.
¿Cómo se trata con un producto de esta calidad sin estropearlo?
Lo que hay que hacer es trabajar el de temporada y no empeñarse en sacar productos simplemente porque creemos que tienen más nombre. Si en verano el lenguado está flaco y el rodaballo no está bien, tendremos que trabajar otra cosa. Y es muy importante darle el punto justo en las cocciones. Si un centollo necesita 15 minutos son 15, no 20, o el berberecho, que se puede estropear su cocción en cuestión de segundos.
Se apuntaba aquí que los restaurantes son muchas veces oficinas de turismo…
Sí y el buen trato es primordial. El tipo de cliente que tengo viene a propósito a. Es decir, que vienen a O Grove porque quieren comer en mi restaurante. Luego aprovechan la visita para hacer otras cosas y es ahí donde hacemos de oficinas de turismo. ¿Oye, dónde puedo comer en Santiago que hago una excursión mañana? Pues yo le recomiendo sitios que sé que no le van a defraudar. Lo suyo es ayudarnos para que los clientes queden satisfechos y lleguen a sus lugares de origen hablando bien de Galicia, es la manera de que vuelvan.
¿Cuáles son las asignaturas pendientes de la hostelería?
La unión es muy importante a todos los niveles. Entre nosotros, en el sector, pero también con la administración. El boca a boca funciona muy bien, pero hacen falta muchas cosas. Infraestructuras, por ejemplo, para hacerle fácil a la gente de fuera que nos visite. Todos juntos. No sólo es cosa de ellos, nuestra también, hemos mejorado mucho en nuestra forma de atender al que viene de fuera. Dar calidad y ser honestos con lo que hacemos es clave.
¿Cuál es el futuro de D’Berto?
Llevo 24 años con este negocio, empecé dando churrascos y menú del día. Aposté por la calidad 100% para diferenciarme y no me arrepiento. Quiero conservar este ritmo, aunque sé que no es fácil, sobre todo ahora con la crisis. Pero estoy convencido de lo que tengo entre manos y creo que eso es lo más importante. Yo estoy convencido de que le doy lo mejor al cliente. Estamos en el mejor sitio del mundo, aquí que se vende fácil.
Restaurante D'Berto
Avda. Teniente Dominguez 84, O Grove
Distinguido con 1 sol repsol
REDACCIÓN Gastronomia.com