Panes españoles con Indicación Geográfica Protegida

Panes españoles con Indicación Geográfica Protegida

En la actualidad, en España, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha reconocido a cuatro panes de nuestro país con la distinción de Indicación Geográfica Protegida.


Pan de Alfacar (Granada)

El pan de Alfacar se caracteriza por ser un pan tradicional elaborado a base de harina de trigo, masa madre natural fermentada en su elaboración, agua procedente del manantial del municipio, levadura y sal.

Además de las características propias de los ingredientes utilizados en su elaboración, el pan de Alfacar destaca por poseer una miga de color blanco, y por ser suave y flexible. Su corteza también es destacable: ligeramente brillante, sin harina en su superficie y lisa.

Pan de Cea (Galicia)

El Pan de Cea se elabora en el municipio de San Cristovo de Cea, ubicado en la zona noroeste de Ourense. Es un pan alargado con sus extremidades redondeadas y una hendidura transversal en el centro del mismo. Esta hendidura, se le conoce como “fenda”.

El Pan de Cea presenta una miga esponjosa, firme y fibrosa, de color grano de trigo y sabor intenso. En lo que respecta a su corteza, debe de indicarse que es gruesa, y es de consistencia dura y rígida.

Pa de Pagès Català (Pan de Payés)

Su Indicación Geográfica Protegida, obtenida en 2013, engloba la Comunidad Autónoma de Cataluña. Su elaboración era propia de los pueblos rurales y a principios del siglo XX su elaboración se extendió por todo el territorio.

Al Pan Pagés se le conoce también como “pan de pueblo” o “pan rústico”. Su consumo también es popular en las Islas Baleares.

Es un pan redondo, de miga tierna y corteza crujiente. Una corteza con un grosor mayor al del pan común, de ahí que el Pan de Pagés se mantenga en buen estado durante 3 o 4 días.

Pan de Cruz (Ciudad Real)

Obtuvo el reconocimiento de Indicación Geográfica Protegida en el año 2009; engloba a todos los municipios de Ciudad Real (Castilla-La Mancha). El pan recibe este nombre, y como tal es reconocido, porque en la parte superior de la corteza tiene una cruz, en representación a la Cruz de Calatrava. El origen de este pan se remonta al siglo XIII.

Es un pan redondo y ligeramente aplastado, de corteza gruesa y crujiente; de miga color blanco, esponjosa y suave, y con un aroma intenso a cereal.