El pescado fue el eje fundamental del capítulo Top Chef de anoche. Y si bien marcó una tendencia desde el inicio no fue el factor decisivo. Este protagonismo se lo llevó un pichón y su desafortunada relación con Hung Fai, quien tuvo que coger los cuchillos y despedirse del programa. Sin duda su expulsión fue una de las sorpresas de la jornada, ya que muchos le veían como uno de los posibles finalistas, la otra fue Bárbara, que logró salir airosa de todas las pruebas, algo que dejó perplejos a más de alguno.
Todo comenzó en en Valencia y con el mercado como protagonista de la prueba de fuego. En este caso los concursantes tenían ante sí un bonito al que tenían que limpiar y despiezar, que no despedazar. En esta tarea los mejores fueron Antonio, Miguel y Bárbara. En el lado contrario de la balanza se situaron Hung Fai, a quien Alberto Chicote le dijo que «sacar un montón de migas no es despiezar» y Borja, que desde el minuto uno de su trabajo sentenciaba: «Lo he destrozado, no me merezco estar aquí después de lo que he hecho. Acabo de desprestigiar el honor de los cocineros».
Con todo, esta prueba de fuego tuvo una segunda parte. Y es que los tres mejores tuvieron que preparar un tartar de bonito. Así, Antonio, Miguel y Bárbara se pusieron manos a la obra con los cuchillos sin saber que iban a ser ellos mismos y a ciegas los que iban a valorar el resultado. Así, Chicote les dio el pañuelo con que cubrirse los ojos y, por dos votos a uno, el tartar que más gustó fue el de Antonio Canales, que logró de este modo la inmunidad.
De esta forma todos los concursantes se enfrentaron a la segunda prueba del programa. En este caso por parejas. Canales fue el único que pudo elegir y pidió a Hung Fai. El resto de las parejas las decidió el chef Chicote y fueron: Begoña y Borja, Elisabeth y Miguel, Antonio Arrabal y Bárbara, y Jesús y Javier. Todos ellos tuvieron que cocinar para una veintena de comensales en el Oceanográfico de Valencia y bajo la atenta mirada de Ángel León. Y es que los productos básicos fueron los llamados pescados de descarte.
Así, Hung Fai y Canales fueron los que primero se pusieron manos a la obra en la cocina. A ellos les tocó preparar 20 raciones de breca. Tras ellos fueron Jesús y Javier, que tenían como ingrediente fundamentel la Herrera; A Bárbara y Antonio Arrabal les tocó la Llisa; a Borja y Begoña, la Oblada y a Elisabeth y Miguel, la Salba.
En esta prueba fueron los pescaderos del Mercado de Valencia los que tuvieron la última palabra. Junto a ellos en la mesa estaban también Chicote y Susi Díaz, que comentaron todas y cada una de las creaciones. Finalmente pasaron la prueba Javier y Jesus y Bárbara y Antonio Arrabal.
Y así llegamos a la recta final del programa con la prueba de eliminación. Hung Fai, Miguel, Borja y Elisabeth ocuparon sus puestos y vieron atónitos cuáles eran los ingredientes fundamentales del plato final: mero y pichón. Este último fue decisivo para Hung Fai, que confesó que nunca había preparado un pichón. Un descontento que fue a mayores cuando,a falta de 10 minutos para el final de la prueba, tuvieron que incluir un ingrediente sorpresa: oreja de cerdo.
¿Y qué dijo el jurado de las creaciones resultantes?
- Miguel Cobo: «los dos productos, mero y pichón estaban en su punto, aunque falta redondearlo».
- Borja Letamendía: «Me falta entender la conexión, parece un plato combinado»
- Begoña Rodrigo: «Si nos pones un cubo nos lo comemos igual. Esto no es mejorable».
- Elisabeth Julianne: «Es un plato complejo, posiblemente le falte un poco de aliño, de gracia».
- Hung Fai: «Está para usarlo como arma, muy duro. Aunque por lo menos no te has quedado con los brazos cruzados».
De este modo, el trío formado por Alberto Chicote, Susi Díaz y Ángel León decidieron que las peores creaciones habían sido las de Hung Fai y Borja. A este último le dieron la oportunidad de continuar en Top Chef «para seguir creciendo». Por lo que respecta a Hung Fai, el jurado fue tajante: «Nos ha dado mucha pena... y al final que hubiese un elemento que no se pudiese comer ha sido determinante». A lo que el protagonista respondió: «He trabajado mucho pero he hecho amigos».
REDACCION gastronomia.com
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